
se debe ser partidario de las relaciones económicas, políticas y culturales de nuestra nación con todos los países del mundo incluyendo, desde luego, a los Estados Unidos, porque ellas contribuyen al bienestar de los pueblos, en la medida en que se diseñen con el objetivo de lograr beneficios recíprocos entre las partes.ademas de buscar al integración en al región.
El problema fundamental del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos y Colombia se centra en que queda reducido a un acuerdo entre ganadores y perdedores. Infortunadamente, los colombianos asumimos este último papel, pues perdemos cualquier posibilidad de desarrollo próspero. Igualmente, aciertan quienes también dicen que con él ganan unos pocos en Estados Unidos, pero no el pueblo estadounidense. Por ejemplo, la ruina del agro colombiano que provoca dicho Tratado estimulará la siembra de coca en Colombia y el narcotráfico en las calles de las ciudades norteamericanas.
De otra parte, los hechos demuestran que el gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez no le ha dado respuesta satisfactoria a la violencia que azota a los colombianos y, en especial, a los dirigentes sindicales y a los activistas de los derechos humanos, como lo demuestran las alarmantes cifras del último mes, en el cual han sido asesinados cuatro dirigentes sindicales. Así lo señalan recientes estudios del Departamento de Estado y las Naciones Unidas.




